BUENOS AIRES.- Independiente se transformó hoy en el cuarto grande del fútbol argentino que sufrió un descenso a la segunda categoría, sobre la que sólo Boca Juniors puede arrogarse el mérito de no haberla visitado nunca.
El "Rojo" de Avellaneda soporta la condena a la B Nacional exactamente 30 años más tarde que su máximo rival, Racing Club, segundo en perder la categoría después de San Lorenzo.
Aquella temporada de 1983, en la que Racing bajó tras perder en el Cilindro con su homónimo de Córdoba, fue soñada para Independiente, porque se consagró campeón del Metropolitano con Jorge Olguín, Mario Villaverde, Néstor Clausen, Claudio Marangoni, Ricardo Bochini y Jorge Burruchaga, entreo otros.
Dos años antes, San Lorenzo había sido el primer grande en dejar la división mayor cuando perdió con Argentinos Juniors en cancha de Ferro, mientras atravesaba el peor momento de su vida institucional.
Desde 1979, el club de Boedo jugaba como local en estadios ajenos por la expropiación del viejo Gasómetro de Avenida La Plata, a cargo de la última dictadura militar.
Pasaron 28 años del fracaso futbolístico de Racing para que un nuevo grande de Argentina, esta vez River Plate, consumara lo impensado: el descenso.
Mucho más fresco en la memoria colectiva esta ese recuerdo de la fría tarde del 26 de junio de 2011 cuando Belgrano de Córdoba definió a su favor en el Monumental una dramática serie de promoción.
Apenas dos temporadas después, el fútbol argentino vuelve a confirmar que no hay intocables con la caída de otro gigante, plagado de gloria en sus 108 años e íntimamente ligado a la familia Grondona. (Télam)